¿Sudas de más en verano? Pautas para evitar contratiempos

Martes 4 de Julio del 2017

No hay nada como trasladarse en metro desde Gran Vía hasta Chamartín (o cualquier otro trayecto en hora punta, y quien dice Madrid, dice cualquier otra localización de la mitad de España para abajo) a las dos de la tarde en pleno mes de junio para percibir ese 'olor a humanidad' que da fe olfativa de una jornada calentita... Este año, además, la cosa promete, porque ya hemos pasado la ola de calor sin haber entrado siquiera en la temporada de verano.

Dicho esto, sabemos que no es preciso correr una maratón para sudar la gota gorda, basta con que el mercurio se ponga al rojo vivo y suba la temperatura corporal, porque la transpiración es el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para termorregularnos, es nuestra particular forma de ventilación. Así que no conviene intervenir de manera definitiva sobre este proceso fisiológico, a menos que padezcamos lo que se conoce en el argot médico como 'hiperhidrosis', una sudoración exagerada que requiere ponerse en manos de un especialista, que suele tratar el problema con bótox (frena el problema entre cuatro y ocho meses) o, en casos extremos, con una intervención quirúrgica que secciona los nervios encargados de estimular las glándulas de la región axilar y palmar.

Lo último es un novedoso tratamiento mínimamente invasivo y eficaz para la hiperhidrosis axilar: la tecnología MiraDry, que emite microondas mediante las cuales se elimina de forma permanente la glándula sudorípara axilar (ecrina y apocrina) sin afectar a la piel ni a la grasa de la zona. Y bastan dos sesiones de menos de una hora para reducir la sudoración entre un 70-90% (en DermoMedic).

Pero si, afortunadamente, lo tuyo no es tan grave o tan molesto, sigue estas pautas básicas para no sudar más de lo debido y evitar que las personas que se acerquen a ti lo hagan con un perímetro de seguridad a tu alrededor:

  1. Ni se te ocurra utilizar ropa o calzado fabricados con materiales sintéticos, pues incrementan la sudoración. Elige prendas poco ceñidas para favorecer la circulación del aire, en tonos claros y de fibras naturales, como algodón o lino, que permiten que el sudor se evapore.
  2. Huye de las comidas picantes o muy especiadas, que contribuyen a sudar la gota gorda, sobre todo en la zona craneofacial.
  3. Deja atrás la filosofía hippie, al menos en este aspecto, y depílate las axilas, pues el vello complica la evaporación del sudor y favorece la proliferación de bacterias.
  4. Mantén una buena higiene para eliminar las bacterias –responsables del mal olor– que forman parte de la microflora glandular, individual para cada persona (vamos, que cada uno despide un olor corporal exclusivo… pero malo a partir de la adolescencia).
  5. Utiliza antitranspirantes, que no es lo mismo que desodorantes. Los primeros están compuestos de cloruro de aluminio y, como explica la dermatóloga Marta Alegre, directora médica de Clínica Liberty, “su mecanismo de acción consiste en el taponamiento de los poros, gracias a lo cual controlan la humedad. No obstante, hay que tener en cuenta que en muchos casos estos compuestos irritan la piel”. Otro de los argumentos de quienes tienen reticencias a aplicarse este producto son su potencial toxicidad, pero la doctora es concluyente en este aspecto: “No hay evidencia científica de que estén relacionados con la enfermedad de alzhéimer o el cáncer de mama”. En el otro lado están los desodorantes, que enmascaran el mal olor corporal con perfume y “lo neutralizan controlando temporalmente las bacterias presentes en la axila. Por cierto, es mejor utilizar una fórmula en roll on que en crema, a fin de evitar una oclusión mecánica de los poros”, señala Alegre.

Pon en práctica estos sencillos consejos y verás cómo desaparece tu complejo de mofeta y ahuyentas esas miradas indiscretas dirigidas a… tu axila.

Fuente: http://ow.ly/KXyd30dj7s9