Análisis de una etiqueta, la clave para no engordar

Jueves 6 de Julio del 2017

Contar calorías no ayuda a adelgazar si, al final, no sabes de dónde vienen. De hecho, a pesar de que podríamos pasar horas comparando y analizando las especificaciones de un ordenador, rara vez nos detenemos a leer la etiqueta del producto que consumimos a diario en el supermercado. Probablemente no sepamos ni qué es lo que hemos desayunado. Y eso también tiene un efecto directo en la báscula.

"El cuerpo no responde igual a 100 kilocalorías en forma de azúcar puro que a 100 kilocalorías de pollo. Sin embargo, como los productos procesados contienen normalmente una larga lista de ingredientes, podemos ignorar por qué están formadas esas calorías", señala la 'coach' nutricional y creadora del blog No sé qué cenar , Julia Jiménez. Por eso, aprender a descifrarlo puede ser determinante cuando se busca perder peso y cuidar la salud. Aunque, aun así, los mejores alimentos siempre serán, como defiende la experta, aquellos que no llevan ninguna etiqueta, como frutas, verduras, legumbres, carnes o pescados frescos. 

Azúcar, ¿cuándo es demasiado?

Hay que diferenciar entre el azúcar añadido de los naturalmente presentes en el producto. "El rótulo 'sin azúcares añadidos' significa que a ese producto no se le ha echado más azúcar, pero no que no lo contenga. Por ejemplo, la miel es azúcar", explica Jiménez. Si queremos adelgazar, lo mejor es moderar todos los azúcares. Excepto los que aportan las frutas enteras, que proporcionan fibra y nutrientes muy beneficiosos para el organismo. "Y, sobre todo, recuerda que azúcar añadido es demasiado", añade.

El dilema de las grasas

Aunque poco a poco las grasas saludables están ganándose el apoyo que merecen existen otras, conocidas como 'grasas malas', que perjudican gravemente la salud y que, sin embargo, están presentes en una gran cantidad de productos. "Debemos evitar la grasa hidrogenada, las grasas vegetales hidrogenadas o grasas trans, ya que están asociadas a múltiples enfermedades, así como con riesgo cardiovascular. Se encuentran habitualmente en la bollería, los platos precocinados y los postres lácteos", asegura la experta.

Por qué huir de las opciones 'light'

Aunque en un principio lo más lógico es arrasar la sección de productos 'light' o bajos en calorías cuando se intenta adelgazar, lo cierto es que puede alejarnos de nuestro objetivo. Y no solo porque a veces al reducir la grasa del alimento se añade más azúcar para compensar el cambio de sabor, sino porque, además, cualquier envase puede aparecer anunciado como 'light' solo por reducir en un 30% sus calorías, aunque estas sigan siendo demasiado elevadas como para que sean considerados saludables.

Cuando parece integral pero no lo es

"Alto en fibra, en la mayor parte de los casos, no quiere decir que el alimento sea integral", advierte la 'coach'. En este sentido, argumenta que muchos de ellos están compuestos por harinas refinadas y salvado. Con más fibra pero lejos de ser tan nutritivos como sus versiones integrales. Si el primer ingrediente de la lista no es harina integral, no puede considerarse como tal, independientemente de si tiene o no una tonalidad más oscura.

Fuente: http://ow.ly/dSPs30dohsa