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Mariano Donaire entraba inquieto el viernes por la mañana en el autobús que Cruz Roja habilita a diario en Puerta del Sol preguntando cómo podía donar sangre. Llegó el jueves a Madrid desde Barcelona, donde tiene una parada de alimentación en el mercado de La Boqueria, y la tragedia le sorprendió ya en la capital con su mujer y su hija pequeña. Habían comprado entradas para ver el musical del Rey León cuando de repente toda la emoción de la familia se paralizó.

Este barcelonés es uno de las decenas de donantes que este viernes se han acercado al vehículo solidario anclado en el centro de la capital. Lo ha hecho para mostrar su solidaridad con las víctimas del atentado de Barcelona y, según el equipo médico que realiza las extracciones, está previsto que el número de donantes se duplique con respecto a un día normal durante la jornada. “Solo llevamos una hora abiertos y ya hemos superado la media habitual de donantes que recibimos a diario”, cuenta el médico del autobús de Cruz Roja habilitado en el centro de Madrid, Juan José González. Alrededor de unos 40 donantes se acercan cada día para donar, con los que obtienen solo en este punto de extracciones alrededor de 40 bolsas y 7 litros de sangre.

Mariano Donarte es de Barcelona y ha decidido donar en solidaridad con sus compañeros transportistas. (N.L.P)

“Eran las cinco de la tarde y, de repente, mientras paseábamos por Sol empezaron a llegarme muchísimos mensajes de WhatsApp”, explica Mariano a El Confidencial mientras rellena el formulario para donar. Sus amigos no tenían vacaciones e hicieron el recorrido habitual para llegar al mercado de las Ramblas y descargar la mercancía en la parada Antolín. Sin embargo, las latas de lentejas, garbanzos, azúcar y zumos no llegaron a su destino. Pasada la calle del Carme y al llegar a la Rambla en la altura del Liceu, los amigos de Mariano se vieron atrapados casi sin poder digerirlo en el interior de La Boqueria. Enseguida detectaron que se trataba de un ataque terrorista y no pudieron salir de los laterales del enclave hasta la noche, en taxi y dejando las camionetas en el mercado cuando los Mossos d’Esquadra les dieron la autorización. El miedo que pasaron este trío de transportistas caló perfectamente en la piel y corazón de su amigo, que ha visto en la donación una forma para mostrar su apoyo desde la distancia.

Desde el jueves hospitales y otras instituciones han venido reclamando a los españoles la necesidad de donar sangre. María José Rodríguez, monitora de un comedor escolar de Barcelona, también está de vacaciones en Madrid y vio un anuncio en Facebook en el que se solicitaban donantes para el suceso ocurrido en su tierra. En la mañana de este viernes decidió acercarse al autobús de Sol para donar. “Sentía que tenía que venir, es importante porque estando tan lejos era la única manera que de ayudar”, confiesa conmocionada.

María José Rodríguez vio un anuncio en Facebook y se acercó a donar. (N.L.P)

Pero hay una cosa que muchos donantes no saben y es que el intercambio de sangre entre regiones solo se produce de forma excepcional. Cada comunidad autónoma gestiona su propio banco de sangre y según han informado a este diario fuentes del Ayuntamiento de Madrid, “por el momento no ha sido necesario enviar sangre a Cataluña”.

Daniel S. tiene 76 años y es voluntario en Cruz Roja desde hace tres. Su papel consiste en salvaguardar el autobús desde el exterior y captar a posibles donantes desde la calle. “Cuando ayer vi las noticias supe que el día de hoy sería diferente”, lamenta. Y añade: “La gente desconoce cómo se distribuye la sangre, entonces vienen y quieren donar por solidaridad”. Él no conocía a nadie directamente afectado pero ha querido insistir que “en estos momentos no es necesario conocer a ninguna víctima porque los hechos sucedieron en Barcelona y desde todas las partes de España tenemos que estar juntos”.

La afluencia de gente se ha intensificado tras el minuto de silencio en el que participó la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, el director general de la Policía, Germán López Iglesias, embajadores y otros muchos diputados autonómicos.

Daniel S., de 76 años, es voluntario de Cruz Roja y se encarga de captar a posibles donantes. (N.L.P)

Una imagen que recuerda al 11-M

En los atentados del 11 de marzo en Madrid miles de personas se acercaron a hacer cola al mismo autobús de Puerta del Sol. Juan Jesús es madrileño y el atentado terrorista de Barcelona fue el segundo que le ha tocado vivir al volante del autobús de donaciones habilitado por Cruz Roja. “El sentimiento es el mismo, no se puede explicar”, admite. Este jueves le vinieron a la cabeza muchos recuerdos que había tratado de olvidar pero, entre tanto desconcierto, reconoce sin dudarlo el lado positivo. “Este tipo de accidentes unen a la gente y es gratificante poder trabajar en ello”, explica.

Todavía recuerda a una de las miles de personas que vinieron a donar tras los atentados de Atocha. Era una niña que iba junto a su padre entre las personas que se agolparon para donar, tantas que incluso tuvieron que parar por la tarde para informar a la gente sobre la necesidad de “pensar en el futuro por si seguía haciendo falta poderlos llamar”. La pequeña se detuvo frente a él y le hizo a su padre una conmovedora pregunta: “Papá, ¿este señor es de los que salvan vidas?”. Se fundieron en un abrazo que a día de hoy le sigue viniendo a la mente sin poder evitar que se le humedezcan los ojos.

Placa conmemorativa a las personas que brindaron su ayuda en el 11-M. (N.L.P)

Cómo y qué implica donar

La sangre no se puede comprar. Tiene fecha de caducidad y su necesidad es constante. A modo de ejemplo, solamente en la Comunidad de Madrid se requieren 900 donaciones diarias. Este viernes entre el equipo ha calado el caso de una mujer mayor de 65 años, que tenía su hijo estudiando en la capital catalana y quería donar sangre. Pero no ha podido hacerlo porque con su edad ya no es posible hacerlo por primera vez.

Donar sangre es fácil, pero son necesarios unos requisitos. Entre ellos, ser mayor de edad, pesar más de 50 kilos, no estar en ayunas y traer un documento oficial de identificación al punto de extracciones. Y, por supuesto, tener un estado de salud bueno.

La sangre se utiliza en el tratamiento de la leucemia, otros tipos de cáncer y enfermedades que producen anemia. También en intervenciones quirúrgicas como trasplantes de órganos y en caso de quemaduras, hemorragias y accidentes. Los profesionales de la salud advierten de que las mujeres pueden donar hasta tres veces al año, mientras que los hombres cuatro, y en ambos casos es necesario esperar dos meses entre una donación y otra. ¿Dónde hacerlo? En espacios públicos habilitados por Cruz Roja —hay 22 autobuses en toda la Comunidad que abren sus puertas de 11 a 21 horas— o en los hospitales.

Fuente: http://ow.ly/zi2130eyyWX