Estos son los errores más comunes en la dieta de los ‘runners’

Viernes 5 de Enero del 2018
  • Y sus consecuencias

Estos son los errores más comunes en la dieta de los ‘runners’

De salir a correr a practicar running hay un paso importante que convierte una actividad de ocio pasajera en un deporte con todas sus consecuencias. Muchas personas han pasado a convertir el running en una ocupación central en sus vidas adaptándose a un plan de entrenamientos y carreras en el que la alimentación ha pasado a jugar un papel fundamental.

Con la profesionalización, es patente la necesidad de ponerse en manos de profesionales que cubran las distintas facetas de una actividad física: fisioterapeutas, entrenadores o nutricionistas complementan nuestro trabajo. En el caso de la alimentación, cuando entrenamos para carreras de media o larga distancia y la comida pasa a significar también combustible, vamos a tener que readaptarnos a nuestras necesidades energéticas.

En ese sentido, Jose Luís Flores, especialista en Nutrición Deportiva de Alto Rendimiento, opina que la fiebre por el ‘running’ es un arma de doble filo. “Por un lado las personas que se suman a esta moda comienzan a mejorar sus hábitos alimenticios, pero al mismo tiempo comienzan a obsesionarse. La mayoría de runners que llevan poco tiempo suelen cometer muchos errores en su alimentación, dejándose embaucar por cualquier consejo recibido”.

Los errores habituales

Aunque el objetivo ideal para todos es aprender a comer de forma equilibrada, con comida real y adaptada a las necesidades de cada persona y actividad física que desarrolle, el cortoplacismo que se sufre en el deporte y en los retos que nos marcamos afecta también a la alimentación. Una alimentación sana se consigue con la suma de una serie de factores, y las promesas sin fundamento por las que confiamos en productos concretos suelen desembocar en carencias fundamentales.

Según José Luis Flores, los fallos comunes que cometen los runners suelen deberse a nociones sobre la alimentación por lo general muy limitadas, en los que saltan a la vista los principales motivos por los que realizan esta modalidad deportiva: ganar masa muscular o perder peso.

“Los grandes errores están en confiar en aquellos mitos que dicen que el rendimiento deportivo aumenta con el incremento del consumo de carne, con el consumo de azúcar o incluso depender del consumo de suplementos deportivos para mejorar el rendimiento”.

Y es que, aunque la preocupación por lo que nuestro cuerpo consume existe, no parece regirse por parámetros saludables. Los déficits importantes de calorías y las ingestas insuficientes en hidratos de carbono y excesivas en la cantidad de proteína son moneda común, y pueden suponer bajones en el rendimiento y problemas de salud a corto, medio o largo plazo.

Las consecuencias

La alimentación es uno de los pilares en los que debe sustentarse un deportista y, si nos equivocamos, el rendimiento puede verse mermado considerablemente. Una correcta alimentación puede mejorar nuestros entrenamientos, nuestra posterior recuperación y, por consiguiente, nuestro rendimiento deportivo. Es, por tanto, una cuestión que afecta a las distintas fases por las que un corredor pasa.

”Debido a los entrenamientos intensos y frecuentes, junto con una dieta no idónea para el running, las deficiencias más habituales están en el hierro, ocasionando anemia, amenorrea (en mujeres), aparición precoz de la fatiga y un bajo rendimiento, el calcio, necesario para prevenir lesiones y acelerar la recuperación tras una lesión, y el ácido fólico, que también puede ocasionarnos una anemia, palpitaciones y cansancio”, destaca el especialista.

Fuente: http://ow.ly/1iq530hBAeL